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sábado, 30 de enero de 2010

Que Cobos se ensucie de una vez

Redrado finalmente presenta la "renuncia", pero el Gobierno no se la acepta. Sucede que ya es tarde, la Comisión Bicameral emitirá dictámen en tres días.

Redrado renuncia porque sabe que el martes iba a ser removido, pero el oficialismo, en una jugada inteligente, obliga al Vicepresidente Cobos a exponerse, a ensuciarse las manos de compromiso, de decisión y sobre todo, de política.

Explico. La figura de Cobos fue enaltecida por los medios y otros sectores de la sociedad, por su famosísimo voto "no positivo" aquella noche del 17 de julio de 2008. En votaciones de este tipo, estar a favor o en contra de un proyecto de ley significa tomar posición, comprometerse, actuar de acuerdo a las convicciones y asumir las consecuencias. Esto es, hacer frente a que nuestro posicionamiento, no es compartido por todos, sino por una parte. Bueno, ése voto le costó la negativa de todos los sectores que siguen a CFK y a NK, pero a su vez, también le valió el apoyo de sectores del agro y de la clase media.

De un tiempo a esta parte, Cobos no ha hecho más que criticar desde los medios proyectos del oficialismo (en contra de que el dinero de las AFJP vuelva al Estado, en contra de la Ley de SCA, en contra del "fútbol para todos", etc. ). Como sabemos, es más fácil destruir que construir, pero Cobos no tiene de qué preocuparse, De Narváez, quien fue diputado nacional por BsAs durante el período 2005-2009, y renovó su banca en las elecciones de junio pasado, hizo exactamente lo mismo que Cobos hace ahora y ganó las elecciones. La estrategia es la siguiente: en el plano político e institucional: NADA, pero ¡NADA eh! No hace falta hablar para ser un "buen" diputado. Eso sí, desde los medios (si son propios, mejor) hablo, hablo, hablo ( y todavía hoy existen personas que afirman que los medios no influyen demasiado...)

Entonces, el martes, el modelo del "diálogo" y el "consenso" deberá dejar de hablar de o sobre política, para pasar a hacerla, para ocupar otra vez el centro de la escena, haciéndose cargo de una situación conflictiva, y exponiéndose a las críticas que siempre surgen de la toma de posición. Así, Cobos dejará- al menos momentáneamente- ése "no-lugar" que le sienta tan cómodo, y se ensuciará de posicionamiento y decisión política. Que se ensucie de una vez entonces...

martes, 8 de diciembre de 2009

Llegó al Congreso el diálogo y el consenso

Así es, la nueva conformación de la Cámara baja trae consigo todo lo que se le exigía a los Kirchner y ellos, por su autoritarismo, no cumplían. Ahora se dialoga y se generan consensos sin ningún tipo de problema. No hay ningún inconveniente con Carrió que, una vez más, se corta sola, no, no. Son críticas constructivas las que hace. No sé por qué Sanz se lo tomó a mal.
El único problemita es que, ni siquiera ha pasado una semana de ese fenomenal consenso democrático y republicano y ya hay pujas y roces entre los miembros que lo conformaron. Ni me quiero imaginar cuando arranquen las sesiones en marzo, y ya estemos muchos más próximos a las elecciones presidenciales de 2011.

El kirchnerismo, en sus seis años de gobierno, ha tenido (y tiene) varias cosas desdeñables o dignas de críticas, pero también alcanzó grandes logros que nos parecen que son indiscutibles (Ley SCA, universalización de ingreso para niños, estatización fondos previsionales, política de DD.HH., etc.).

En cambio, los políticos opositores más fuertes en las urnas (Carrió, Macri, De Narváez, Morales, etc.) en estos seis años que les tocó ser oposición no han logrado construir nada. Ha sido destrucción llevada al paroxismo. Tal es así que de 2003 para acá, no han logrado imponer de manera estable una figura fuerte para encarnar una política contraria a la que lleva el Gobierno. El rol de líder de la oposición lo ocupó Macri, De Narváez, Carrió, pero han ido rotando, ya que ha sido tal la incapacidad de construcción que se han visto imposibilitados de erigir un partido o un candidato propio, con armado y con serias posibilidades en 2011.

Sin embargo, hay un opositor que se ha mantenido un poco más al márgen de estas disputas por encabezar o no. Es nuestro vicepresidente Julio Cobos, a quien desde aquí vemos como el principal candidato opositor de cara al 2011. Su estrategia se basa en un punto: el silencio es salud. Así, no ensucia ni dilapida su capital político en discusiones o enfrentamientos. Con sólo una acción (el voto no positivo) y algunas estrategias discursivas del estilo "yo quiero cambiar todo lo que está mal, pero los autoritarios que gobiernan no me dejan", se transformó en un hombre que no hay que perder de vista. Habrá que ver si le alcanza la nafta...

viernes, 2 de enero de 2009

La oposición es un cabaret

Y , la oposición es un cabarulo. No saben qué es lo que tienen que hacer. Afinidad ideológica no existe, casi toda la oposición ya habló mal de casi toda la oposición. La UCR, la CC, Morales, los radicales K, el PRO, Cobos, De Narváez, Storani, el cobismo, Pinedo, Solá, Stolbizer, Moureau, Michetti, Prat gay, Katz, Bonasso, etc. Todos buscan aliados.

Están de aca para allá reuniéndose para poder armar una coalición que de pelea en las legislativas. ¿No aprendimos nada de las coaliciones forzadas con el caso de la Alianza en el 2001? Es igual, nueve meses antes a todos les agarra la cacona porque no le dan los votos y se juntan, e intentan armar un partido en un santiamén, después, a la primera de cambio cuando las papas queman salen a relucir las diferencias y todo se va al carajo. Las alianzas electoralistas no sirven, deben trabajarse con tiempo (lo digo también por el actual gobierno nacional que parece no haber trabajado mucho con Cobos antes de las elecciones, ya que de haberlo hecho se hubiesen dado cuenta que las diferencias ideológicas con el Ejecutivo son abismales)

viernes, 1 de agosto de 2008

Sobre la radicalidad

Julio César Cleto Cobos, 53 años, vicepresidente de la Nación, llamado por los medios como "Radical K". Todos los días, desde ese jueves a la madrugada, los medios de comunicación nos bombardean con información sobre nuestro vicepresidente. Qué hizo, qué no hizo, qué dejó de hacer, adonde fue, quienes los acompañan, si lo saludan, si lo felicitan, si lo putean, si lo tildan de traidor, etc.
Pero volvamos arriba. "Radical K" le dicen. Poco radical fue su apoyo a los K con respecto a la votación de la Resolución 125. Poco radical fue su apoyo al partido fundado por Alem, del cual era miembro. Por eso aceptó formar parte de la fórmula presidencial junto con Cristina Fernández. Radical es alguien intransigente, que va hasta las últimas consecuencias. La Real Academia define radical como algo "perteneciente o relativo a la raíz".
Capaz aquí podemos atisbar un error de Cristina y todo su equipo. El no haber contado con alguien perteneciente o relativo a la raíz, en este caso, al FPV. Alguien que se jugara por ellos en los momentos difíciles. Porque siempre existen momentos difíciles en los Gobiernos que necesitan consolidar su proyecto en un segundo mandato.
Le sucedió a Lula, quien hace un tiempo atravesaba una crisis por un caso de corrupción en el que se encontraba involucrado su hermano. Sin embargo, salió adelante porque todo su partido lo apoyaba. Porque los del PT sí supieron ser radicales ante su proyecto. ¿Se imaginan si Alencar se hubiera puesto en contra del propio Lula?
Por lo tanto, propongo que no se lo llame más "Radical" o "Radical K" a un hombre que conoce poco lo que es la radicalidad.