A ver, aclaremos un poco el tema de Bolivia. Brasil ya comunicó, a través de Marco Aurelio García, asesor de Lula para asuntos internacionales, que no tolerará ningún intento de derrocamiento del gobierno de Evo Morales. El Gobierno argentino ya le envió su apoyo incondicional a Evo. ¿Eso es meterse en asuntos ajenos? Por supuesto que no. Argentina y Brasil quieren en primer lugar:
que el Presidente Evo Morales pueda ejercer su cargo, para el cual fue elegido democráticamente, y a su vez, asegurarse de que sus acuerdos gasíferos con el Estado boliviano sigan en pie.
A eso nos referíamos en el anterior post, cuando hablábamos de si el sector que lucha por la autonomía podría salir adelante, pese a contar con la negativa brasileña, argentina, venezolana, etc. Países como el nuestro y el brasileño no avalarán ningún acontecimiento o medida que pueda llegar a poner en peligro los acuerdos ya firmados con el país hermano.
1 comentario:
No se puede permitir que pase de nuevo, con Allende todos se quedaron mirando dejando que las cosas pasen, esta vez las condicones parecen ser diferentes, hay una vision latinoamericana en los presidentes de UNASUR, y estoy escuchando respaldo a EVo de todas partes, ojala hayamos aprendido la leccion .
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